Última actualización: 16 de enero de 2024
Jugar con un niño pequeño con autismo que tenga tendencia a jugar de forma aislada o solitaria puede ser una tarea complicada.
Saber cómo jugar con un niño pequeño con autismo es de vital importancia porque a través del juego se crea interacción entre el adulto y el niño.
Índice
Ser capaces de crear esta interacción social a través del juego es clave porque con esta se desarrollan muchas de las habilidades sociales y comunicativas del niño.
De hecho gran parte de las terapias de estimulación de los niños pequeños con autismo se realizan a través del juego entre el adulto y el niño.
👶 La importancia del juego en el desarrollo de los niños
A través del juego compartido los niños desarrollan áreas tan importantes como las habilidades sociales, la comunicación o la imaginación.
El juego compartido entre un adulto y un niño es clave para el desarrollo del niño y en el caso de los niños neurotípicos el juego se da de forma muy natural y simple.
Con el juego compartido se establece interacción entre el adulto y el niño, de forma que el niño va aprendido a interactuar, como comunicarse e imitar las acciones que el adulto va realizando.
Pero este juego que se da de forma tan natural entre el adulto y el niño neurotípico, en el caso de los niños con autismo puede ser muy difícil de establecer.
El juego compartido en los niños con autismo
En los niños con autismo el juego compartido puede ser realmente difícil de realizar.
Los niños con autismo presentan dificultades para interaccionar con los demás, y por lo tanto les costará también establecer un juego interactivo con otra persona.
Y esto es un pez que se muerde la cola, porque el niño con autismo no establecerá juego con el adulto porque no sabe como interaccionar con él, y al no establecer juego compartido seguirá sin aprender a interaccionar con el adulto.
Por este motivo en la intervención precoz de los niños con autismo se pone mucho foco en el desarrollo del juego compartido entre el adulto y el niño con TEA.
De hecho este juego compartido es la base de la estimulación precoz de los niños pequeños con TEA.
Existen una serie de estrategias o consejos que pueden facilitar a los adultos establecer juego con un niño con autismo.
En este artículo os compartimos lo que pensamos que son 5 consejos muy útiles para jugar con un niño con autismo.
👍 5 consejos para jugar con un niño con autismo
Existen una serie de estrategias muy útiles para conseguir jugar con un niños con autismo, que explicaremos a continuación.
Estos consejos van dirigidos a respetar el tipo de juego que el niño autista le gusta, e intentar entrar en él de forma positiva, sin que el niño lo viva como una interferencia.
Un error común al intentar jugar con un niño con autismo es pretender que este juegue como nosotros pensamos que es adecuado, pero esto no suele funcionar.
Hay que respetar su forma de jugar, aunque sea particular, y entrar en este juego que el niño realiza.
A continuación le compartimos 5 consejos que desde Espacio Autismo pensamos que les pueden ser muy útiles:
- Observa qué le gusta al niño y juega con eso
- Busca la sonrisa del niño
- Combina juegos con objetos y juegos sin objetos
- Crea juegos circulares, que se repitan
- Cuando se canse de la actividad, seguimos su iniciativa
1. Observa qué le gusta al niño y juega con eso
Para compartir el juego con un niño pequeño con autismo tenemos jugar con lo que a él le guste.
Es importante seguir su iniciativa y sus intereses al jugar. No importa que su interés sea algo peculiar o poco funcional, tenemos que jugar con eso.
Si le gustan las luces, juega con una linterna, si le gusta dar vueltas a las ruedas de un coche, juego con él a dar vueltas a las ruedas de un coche, y si le gustan los dinosaurios, juega con dinosaurios.
Aunque lo que le guste jugar al niño sea relacionado con alguno de sus intereses restringidos, jugamos con este interés, no hay problema.
Si le obligamos a jugar con algo que sea más común pero que a él no le interesa sólo conseguiremos que se vaya y no quiera jugar con nosotros.
En toda la etapa vital de una persona con autismo facilitar los aprendizajes y la interacción a través de sus intereses es fundamental, pero cuando son pequeños todavía lo es más.
Una de las estrategias clave para saber a qué jugar con un niño con autismo es esperar y observar.
Esto significa que hay que dejar que el niño escoja un juguete o material y cuando veamos que muestra interés por él intentamos introducirnos en su juego para que sea cooperativo.
Es mejor hacerlo así y no proponer una actividad que el niño no quiera hacer y que se vaya sin jugar con nosotros.
2. Busca la sonrisa del niño
Una vez has identificado lo que le gusta al niño pequeño con autismo, tienes que buscar la manera de jugar disfrutando juntos.
Volviendo a los ejemplos anteriores, puedes mover muy rápido las ruedas del coche y hacerle cosquillas, enfocar con la luz a tu cara y hacer sonidos divertidos o coger los dinosaurios y hacerlos saltar haciendo ruidos.
Es imprescindible divertir al niño con autismo, aunque sea de formas que a otros niños quizás no les divertiría, para incentivar el juego compartido con el adulto.
Uno de los objetivos a estimular en un niño con autismo es el interés y la motivación social, que vea que jugar e interaccionar con los demás es divertido.
Para conseguir más interés y motivación hacia la interacción con los otros hay que conseguir que el niño se divierta jugando con nosotros, para que vaya descubriendo que jugar con los demás es divertido.
3. Combina juegos con objetos y juegos sin objetos
Es importante jugar con los objetos y juguetes que al niño le interesan, y a partir de estos crear situaciones divertidas para motivar su participación en juegos compartidos.
Pero también tenemos que realizar juegos sin objetos, lo que técnicamente se llaman Rutinas Sociales Sensoriales (RSS).
El principal beneficio de las Rutinas Sociales Sensoriales, es decir las dinámicas de juego sin objetos, es que hay mucha interacción entre el niño y el adulto.
Algunos ejemplos de Rutinas Sociales Sensoriales pueden ser:
- Jugar a hacer cosquillas
- Hacer el avión con el niño en brazos
- Agarrarlo y tirarlo hacia arriba
- Juegos de falda típicos como el caballito o 5 lobitos
Lo que tienen en común todos estos juegos es que no hay objeto, y por lo tanto toda la atención del niño estará en el adulto, ya que no estará atento ni desviará la atención hacia objetos, porque no los habrá.
Así pues con estos juegos se puede estimular mucho la interacción social entre el adulto y el niño, como observamos en la imagen 1.
Por lo tanto cuando jugamos con un niño con autismo deberemos ser conscientes de compaginar entre juegos con objetos y juegos sin objetos, ya sea a través de cosquillas, cantando canciones, o juegos típicos de falda.
4. Crea juegos circulares, que se repitan
A los niños con autismo les puede costar entender las cosas que no han experimentado previamente o las cosas imprevisibles.
Es por este motivo que muchas veces los niños con autismo realizan juegos repetitivos, repitiendo la misma secuencia de acciones una y otra vez.
Como lo que queremos es compartir el juego con el niño con autismo y que este se lo pase bien es importante realizar juegos en los que él se sienta cómodo.
Para que el niño se sienta cómodo tenemos que partir de su forma de jugar y por lo tanto crear juegos que se repitan y que sean previsibles para él.
La idea es realizar conjuntamente el juego que hemos observado que el niño realiza y que disfruta haciendo, y poco a poco ir introduciendo variaciones para que no sea tan repetitivo.
Por ejemplo si el niño juega a tirar coches por una rampa una y otra vez, jugaremos con él a tirar coches por la rampa de forma repetitiva para conseguir hacer un juego compartido y que el niño disfrute.
Pero poco a poco tenemos que ir introduciendo variaciones para que no sea tan repetitivo, como hacerlo bajar por otra rampa, o deslizarlo por el sofá o por cualquier otra superficie inclinada.
5. Cuando se canse de la actividad, seguimos su iniciativa
Cuando vemos que el niño pierde interés por la actividad que estamos realizando, terminamos el juego y volvemos al consejo 1: observar con qué se interesa ahora e intentar introducirnos en la nueva actividad que él a escogido.
Así pues cuando el niño se cansa de una actividad, aunque la deje a medias, la terminamos o la recogemos.
Seguidamente observamos con qué está interesado ahora y volvemos a introducirnos en su juego buscando la sonrisa y el juego circular.
También es importante no intentar que todas las actividades sean compartidas con el adulto y dejarle un tiempo de descanso jugando solo, sobretodo si vemos que se ha cansado de jugar con el adulto.
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🔵 CONCLUSIONES
En resumen, jugar con un niño con autismo puede presentar desafíos, pero es fundamental para el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas.
El juego compartido entre el adulto y el niño es esencial en la intervención precoz, siendo la base de las terapias de estimulación para los pequeños con TEA.
Los cinco consejos prácticos ofrecidos en este artículo buscan facilitar la conexión y la diversión durante el juego.
Es crucial respetar los intereses del niño, incluso si son peculiares, y entrar en su mundo de juego de manera positiva.
La observación activa, la búsqueda de sonrisas, la combinación de juegos con y sin objetos, la creación de juegos circulares y la adaptación a las preferencias del niño son estrategias efectivas.
La idea resumida y secuenciada de estos 5 consejos para jugar con un niño con autismo son los siguientes:
- Observar a qué le gusta jugar al niño e introducirnos en su juego respetando la forma de jugar que él quiere
- Durante el juego hay que intentar que sea divertido para estimular su interés y motivación social.
- Adaptarnos a su forma de jugar y que el juego sea circular, que se vaya repitiendo la misma secuencia.
- Cuando el niño pierda interés en la actividad terminamos el juego y volvemos a observar con qué se interesa ahora para volver a introducirnos en su juego.
📚 Bibliografia sobre "Cómo jugar con un niños con autismo"
❓ Preguntas frecuentes
¿Qué juegos les gusta a los niños autistas?
En general les suelen gustar juegos que se repitan la misma secuencia, lo que llamamos juegos circulares. Les suelen gustar mucho los juegos de tipo sensorial (con luces, con música o juegos saltar y de movimiento). También les gustará todo eso que gire alrededor de sus intereses restringidos.
¿Cómo puedo jugar con un niño autista?
Deja que él escoja el juego o actividad. Observa cómo juega y qué es lo que le gusta. No intentes cambiar su fora de jugar e intenta participar jugando como lo hace él. Poco a poco puedes intentar introducir variaciones en el juego para que no sea tan repetitivo y más creativo.
¿Por qué es importante estimular a los niños con autismo a través del juego?
A través del juego interactivo con los adultos y con los demás niños y niñas se desarrollan muchas de las habilidades sociales y comunicativas. Por este motivo es importante estimular al niño con autismo a través del juego, y enseñarle así a ser participe del juego de los demás para poder así desarrollar sus habilidades sociales y comunicativas.
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