5 señales para retirar el pañal

Existen una serie de señales para retirar el pañal, una serie de señales que nos indican que el niño o niña está preparado para empezar a trabajar la retirada del pañal durante el día.

Aunque en el caso de los niños con autismo la cosa puede complicarse por las propias características del trastorno, es importante tener en cuenta las siguientes señales para retirar el pañal.

Queremos destacar también que el control de los esfínteres depende mayormente del desarrollo madurativo del niño, así que cada niño estará preparado para la retirada del pañal en su momento evolutivo concreto.

5 señales que nos indican que el niño está preparado para retirar el pañal

1. EL NIÑO MUESTRA INCOMODIDAD CUANDO TIENE EL PAÑAL SUCIO

Esta es una de las señales más importantes que nos indican que puede haber llegado el momento de trabajar la retirada del pañal durante el día.

No es necesario que el niño comunique al adulto que su pañal está sucio, simplemente con que muestre a través de su conducta que su pañal está sucio y que le molesta es una señal que nos indica que el niño puede estar preparado para ir retirandolo.

2. AGUANTA 3 O 4 HORAS SIN MOJAR EL PAÑAL

Una de las señales que nos indica que el niño está preparado a nivel madurativo para ir sin pañal es aguantar entre 3 y 4 horas sin mojarlo.

Si el niño aguanta 3 o 4 horas sin hacer pipí nos indica que los músculos de su vejiga se están fortaleciendo y que son capaces de aguantar incluso si la vejiga está llena.

Si el niño no aguantan entre 3 o 4 horas sin hacer pipí, significa que probablemente sus músculos que controlan la acción de orinar o retener no están todavía preparados.

3. CUANDO VA A HACER PIPÍ O CACA EN EL PAÑAL HACE ALGÚN GESTO ANTES DE HACERLO

Cuando el niño, antes de hacer pipí o caca, se toca la barriga, o se va en un sitio en concreto de la casa a hacerlo, nos indica que el niño nota de forma anticipada que tiene que hacer pipí o caca, y por lo tanto que nota la necesidad.

Esta señal nos indica que el niño nota que tiene que hacer pipí o caca y está preparado para enseñarle que en este momento tocaría ir al baño.

4. EL NIÑO ES CAPAZ DE ESTAR SENTADO EN EL RETRETE DURANTE 3 O 4 MINUTOS

Ser capaz de estar sentado entre 2 y 3 minutos en el retrete nos indica que, aparte de tener suficiente autocontrol como permanecer sentado este período de tiempo, el hecho de estarlo le permite al niño vaciar su vejiga lo suficiente como para que no se le escape el pipí pocos minutos más tarde.

5. EL NIÑO UTILIZA LAS PALABRAS «PIPÍ» O «CACA» PARA REFERIRSE A ELLO

Cuando el niño utiliza la palabra «pipí» o «caca» en el momento que lo hace, es otra señal madurativa que nos indica que podemos empezar a retirar el pañal.

Decir estas dos palabras para referirse a la acción de orinar o hacer caca nos indican que el niño es consciente de lo que hace y que por lo tanto puede empezar a tener control en cuando hacer pipí o caca y cuando no.

En los niños con autismo la retirada del pañal puede ser más compleja

En el caso de los niños con autismo, por las propias características del trastorno, la retirada del pañal puede ser más compleja, ya que entran en juego más variables.

En el autismo, la rigidez y la dificultad para tolerar los cambios puede complicar la retirada del pañal y el hecho de empezar a hacer las necesidades en el lavabo. También las dificultades sensoriales o las dificultades en la comunicación pueden dificultar esta transición.

Así pues, aunque en el caso de los niños con autismo es importante valorar las señales para retirar el pañal, si no conseguimos el objetivo de retirarlo, será necesario valorar otras características individuales propias del autismo que puedan estar interfiriendo en este proceso.

No presionar ni reñir

Queremos destacar la importancia de no presionar ni obligar a un niño a ir sin pañal y a que controle la acción de orinar o hacer caca.

En el tema del control de los esfínteres, cada niño sigue un proceso evolutivo distinto, y habrán niños que tardarán más tiempo a controlarlo que otros, es un proceso natural.

Es importante no reñir a un niño si se hace pipí encima. Hay que valorar si realmente está preparado, y si creemos que todavía no lo está, habrá que dejar este reto para más adelante.

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