¿Alumnos con autismo en clase? Pautas y estrategias básicas para el profesorado

Aula con alumnos con autismo

Debido a la alta prevalencia de personas con autismo, que en los últimos estudios se estima entorno de 1 caso cada 59 personas, es muy habitual que los maestros y maestras de colegios tengan alumnos con autismo o características dentro del espectro del autismo con mayor o menor grado de severidad, y que hay que saber dar respuesta a sus necesidades.

Aunque las estrategias a aplicar en cada caso serán distintas e individualizadas, en este artículo resumiremos algunas de las estrategias básicas y genéricas que pueden ser de utilidad para ayudar a los alumnos con TEA.

Pautas y estrategias básicas para atender al alumnado con autismo:

En el ámbito del aprendizaje:

  • Utilizar material gráfico y visual, como láminas, vídeos, modelos de trabajo terminados… con el objetivo que el niño comprenda exactamente qué le estamos pidiendo, cuanto es la cantidad de trabajo que le pedimos, cuándo la actividad estará terminada…
  • Utilizar un horario visual para facilitarle la comprensión de la organización del día, qué actividad se está haciendo ahora o cuando podrá realizar las actividades preferidas.
  • Dejar claras las normas de conducta y qué le pedimos. No podemos dar por supuesto nada, y es importante recordarle, por ejemplo, que hay que estar sentado o que no podemos gritar en clase. Tener las normas básicas de conducta con imágenes puede ser de gran utilidad.
  • En las láminas de trabajo, intentar eliminar toda la información que no sea imprescindible, es decir, que sean láminas con poca información, solo la relevante para la actividad.
  • Exigirle siempre dentro de sus posibilidades. Si le exigimos más de lo que puede hacer, solo conseguiremos frustración del alumno y del profesorado.

En el ámbito social:

  • Explicar de forma explicita las situaciones y reglas de conducta social, es decir, hay que explicarle qué está pasando en determinada situación, cómo actuar, como se sienten los demás… Es necesario explicar la complejidad de una situación social que para otros niños es comprensible de forma natural.
  • Es muy útil explicar a través de historias sociales, que resumidamente consisten en explicar, como si fuera un cuento, qué puede ocurrir en determinada situación y como actuar.
  • Crear actividades estructuradas donde el niño tenga claro lo que puede ocurrir y como actuar.
  • Las situaciones con poco estructura, como los recreos, son las más complejas, ya que son imprevisibles y es muy difícil para ellos entender y saber como reaccionar. En los recreos, intentar crear actividades estructuradas con otros niños puede ser un primer paso importante.
  • Animar a otros niños de la clase, comprensivos y tranquilos, a jugar con el niño con autismo.

Fuente y más información: Guía para profesores y educadores de alumnos con autismo (4rta edición). Federación Autismo Castilla y León.

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