Estrategias para mejorar el sueño de los niños con autismo

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Según la literatura científica, alrededor del 80% de personas con autismo o otros trastornos del neurodesarrollo tienen asociadas dificultades del sueño.

Estos datos son de enorme relevancia porque una mala calidad del sueño conlleva a un incremento de la sintomatología de los trastornos del neuroesarrollo y mayores problemas de conducta.

Dificultades del sueño en el autismo

Aunque los problemas del sueño como la dificultad para dormirse, la dificultad para mantenerse dormido o despertarse muy temprano por la mañana son comunes en todos los niños, en el caso de los niños con autismo son más frecuentes y severos.

Hay que tener en cuenta que algunos niños con autismo necesitan dormir menos horas que los niños neurotípicos, y que puede haber características asociadas al autismo que pueden influenciar negativamente al sueño, como pueden ser las alteraciones sensoriales o la hiperactividad. Por esto es importante hacer una valoración individualizada de cada caso para hacer una buena intervención.

Estrategias para mejorar el sueño de los niños con autismo

Existen una serie de estrategias genéricas para mejorar el entorno, la rutina y la interacción con el niño con autismo para conseguir una mayor calidad en el sueño:

  • Proporcionar un entorno cómodo para dormir: Una habitación donde no haga frío ni calor y que sea tranquila. Que haya oscuridad, pero puede ser útil que no esté completamente a oscuras utilizando una lamparita para dormir. Evitar también ruidos y distracciones auditivas, ya que los niños con autismo pueden ser muy sensibles a estas.
  • Repetir siempre la misma rutina antes de ir a dormir: Uno de los puntos importantes es establecer una rutina para ir a dormir, y que siempre sea la misma. La rutina debe ser corta y previsible. Esta rutina es recomendable que sea relajada, para ayudar a bajar el estado de activación del niño. Por lo tanto, evitar los juegos físicos como correr y saltar y evitar también aparatos electrónicos como televisores, móviles o juegos electrónicos. La rutina siempre debe repetirse en el mismo orden, para que el niño la comprenda, entienda qué pasará y esté relajado. Con niños más pequeños o con dificultades de comprensión podemos ayudarnos de soportes visuales.
  • Mantener un horario regular de dormir y despertar: Ir a dormir y despertarse siempre a la misma hora es de utilidad para mejorar el sueño del niño.
  • Promover actividades diurnas que faciliten el sueño: Hacer actividad física durante el día ayudará al niño a dormir mejor por la noche. También hay que tener en cuenta la alimentación, evitando bebidas con azúcar, cafeína o comidas muy pesadas.

¿Qué hacer si los problemas del sueño persisten?

Existe la posibilidad que se apliquen las estrategias conductuales propuestas y los problemas del sueño sigan sin solucionarse.

En este caso, es posible que estas dificultades relacionadas con el sueño no sean consecuencia solamente de rutinas y aspectos conductuales, sino que haya una causa más neurobiológica subyacente. Gran parte de las personas con autismo con dificultades persistentes en el sueño, son debido a alteraciones en la segrecación de la melatonina.

Si esto ocurre, recomendamos visitar al pediatra o médico especialista y preguntar sobre los complementos de melatonina o otras intervenciones farmacológicas apropiadas.

La importancia de tratar los problemas del sueño

La calidad del sueño tienen un enorme impacto en el funcionamiento psicológico y conductual durante el día, y aquellos niños que no duermen bien, tengan o no autismo, desarrollaran mayores dificultades en su día a día.

En el caso de los niños con autismo, los problemas del sueño suelen conllevar un empeoramiento de la sintomatología propia del autismo, y es por esto que es importante intentar aplicar las estrategias conductuales y psicoeducativas que más puedan ayudar a la persona en cuestión.

Puedes encontrar más información en el documento elaborado por Autism Speaks «Estrategias para mejorar el sueño de los niños con Trastorno del Espectro del Autismo».

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