El masking es una estrategia común en las personas con autismo que a menudo pasa desapercibida.
El concepto masking también es conocido como enmascaramiento, y es una estrategia que muchas personas con autismo utilizan para esconder sus dificultades o características.
Si quieres aprender de forma fácil y clara qué es el enmascaramiento… ¡estás en el artículo adecuado!
Índice
A simple vista, un niño o un adulto con autismo puede parecer que se comporta «normalmente» en situaciones sociales, pero en realidad, está realizando un esfuerzo consciente e intenso para encajar en un entorno que puede resultarle estresante o confuso.
Esta habilidad para ocultar o modificar los comportamientos autistas puede tener consecuencias significativas en su bienestar emocional y mental.
En este artículo, exploraremos qué es el masking, por qué las personas con autismo lo hacen, y cómo afecta a su vida diaria y a su salud a largo plazo.
🎭 ¿Qué es el masking?
El término «masking» se refiere al acto de «enmascarar» o «disimular» ciertos comportamientos para adaptarse a las expectativas sociales.
En un sentido más amplio, el masking es algo que todos hemos hecho en alguna ocasión: quizás has ocultado tu nerviosismo en una entrevista de trabajo o has disimulado tu tristeza en una reunión familiar.
Sin embargo, para las personas con autismo, el masking se convierte en una práctica mucho más frecuente y exigente, ya que la sociedad espera que se comporten de una manera que no refleja su verdadero yo.
Masking y Enmascaramiento: ¿es lo mismo?
Sí, el término «masking» es sinónimo de «enmascaramiento».
Aunque en inglés se utiliza masking, en español se habla de «enmascaramiento», y ambos términos refieren a la misma estrategia: ocultar o modificar comportamientos para evitar el rechazo social o para encajar en situaciones que no se sienten naturales para la persona con autismo.
🧩 ¿Qué es el masking en el autismo?
En el contexto del autismo, el masking es el esfuerzo consciente que hace una persona autista para ocultar o disimular los rasgos típicos del espectro autista.
Las personas con autismo suelen realizar este enmascaramiento para evitar ser señaladas, para reducir el estrés en situaciones sociales o simplemente para sentirse más aceptadas en un entorno que no siempre está adaptado a sus necesidades.
El masking puede tomar muchas formas. Algunas personas suprimen movimientos repetitivos o stimming (como agitar las manos o balancearse), mientras que otras fuerzan el contacto visual o ajustan su tono de voz para que suene más natural.
Pueden incluso aprender a «imitar» expresiones faciales o a seguir conversaciones sociales que no comprenden del todo.
Ejemplos de masking
Imaginemos a un niño con autismo en el patio de la escuela. Quizás en casa, él se sienta cómodo moviendo las manos cuando está emocionado o balanceándose para calmarse.
Sin embargo, en la escuela, ha aprendido a reprimir esos movimientos porque sus compañeros los han señalado como «raros».
Este es un ejemplo típico de masking: el niño está ocultando comportamientos que le ayudan a autorregularse para evitar ser ridiculizado.
Otro ejemplo puede ser una adolescente autista que fuerza el contacto visual durante una conversación, aunque le resulte incómodo y estresante, porque ha aprendido que no mirar a los ojos puede ser interpretado como falta de interés o de respeto.
Impacto del masking en la persona con autismo
El masking puede parecer útil a corto plazo, ya que permite a las personas con autismo evitar situaciones incómodas o conflictivas.
Sin embargo, este constante esfuerzo por ocultar su verdadero yo puede tener un alto costo emocional y mental.
El enmascaramiento continuo puede generar una gran cantidad de estrés, ansiedad y agotamiento.
Muchas personas con autismo que practican el masking sienten que nunca pueden relajarse del todo, ya que están constantemente en alerta, intentando comportarse de una manera que no es natural para ellas.
A largo plazo, esto puede llevar a problemas de salud mental como depresión, ansiedad severa, o incluso agotamiento emocional (burnout autista), ya que la persona vive una vida que no refleja su verdadero yo.
🤔 ¿Por qué las personas con autismo hacen masking?
Las razones detrás del masking son variadas, pero la mayoría tienen que ver con la presión social.
Las personas con autismo suelen enmascarar sus comportamientos porque sienten que la sociedad no acepta su forma natural de ser.
A menudo, el miedo al rechazo, a la burla o a la discriminación lleva a las personas autistas a esforzarse por parecer «neurotípicas», es decir, a ajustarse a los patrones de comportamiento que se esperan de las personas no autistas.
Por ejemplo, un niño puede aprender que si suprime su stimming o fuerza el contacto visual, será más aceptado en su grupo de amigos o será mejor tratado por sus profesores.
Este deseo de ser aceptado socialmente puede ser tan fuerte que la persona con autismo siente que no tiene otra opción que enmascarar sus comportamientos, a pesar del costo emocional que conlleva.
👨🦱 El masking y el diagnóstico tardío
El masking también está relacionado con el diagnóstico tardío del autismo, especialmente en mujeres.
Muchos adultos con autismo no son diagnosticados hasta la adultez, y en muchas ocasiones esto es debido al enmascaramiento de sus rasgos autistas que han hecho durante toda su vida.
Las niñas y mujeres con autismo suelen ser especialmente expertas en enmascarar sus comportamientos autistas, lo que lleva a que sus síntomas sean menos visibles para los demás.
Esto puede hacer que los diagnósticos de autismo lleguen mucho más tarde o incluso que se malinterpreten sus dificultades como otros trastornos, como ansiedad o depresión.
Muchas personas autistas adultas que han practicado masking durante años no reciben un diagnóstico hasta mucho después de la infancia, a menudo tras años de lucha emocional sin entender el origen de su malestar.
El enmascaramiento puede ocultar los signos más visibles del autismo, pero no elimina las dificultades que la persona experimenta en su vida diaria.
🔵 Conclusiones
El masking es una estrategia común en las personas con autismo, pero también es una fuente de estrés y agotamiento emocional que no debe pasarse por alto.
Como sociedad, es fundamental que avancemos hacia una mayor aceptación y comprensión de las características del autismo, para que las personas autistas no sientan la necesidad de ocultar quiénes son.
Es importante recordar que cada persona con autismo es única, y que la verdadera inclusión significa permitir que cada individuo se exprese de manera auténtica, sin miedo al rechazo o a la discriminación.
Comprender y respetar estas diferencias es un paso clave para crear un entorno más inclusivo y acogedor para las personas con autismo.
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