Las personas que tienen discapacidad intelectual son aquellas que su funcionamiento intelectual está por debajo del promedio. ¿Pero cómo se sabe si una persona tiene discapacidad intelectual o no?
Índice
¿Cómo podemos saber si una persona tiene discapacidad intelectual?
La discapacidad intelectual se mide a través del Cociente de Inteligencia (CI). A través del CI podemos saber la capacidad intelectual de una persona y poderla comparar con la capacidad intelectual media de la población de su misma edad.
Utilizando pruebas como el WISC-V (para niños) o el WAIS-IV (para adultos) podemos obtener la puntuación del Cociente de Inteligencia de una persona, y en función del resultado saber si hay una discapacidad intelectual o no.
La capacidad intelectual media está entre las puntuaciones de 85 y 115, y el 95% de la población está dentro de este rango.
Las puntuaciones por debajo de 85 estarán por debajo de la media y por lo tanto tendrán una capacidad intelectual por debajo del resto de la población.
Aunque con una puntuación menor de 85 ya nos situamos por debajo de la media, consideramos la discapacidad intelectual a partir de puntuaciones por debajo de 70.
A continuación podemos ver el gráfico de la distribución de las puntuaciones del cociente de inteligencia.
Distribución de las puntuaciones del cociente de inteligencia
Cabe destacar que anteriormente se utilizaba el término Retraso Mental, pero actualmente los profesionales y los manuales diagnósticos como el DSM-5 utilizan el concepto discapacidad intelectual, por considerarse menos peyorativo.
Principales retos para las personas con discapacidad intelectual
El reto general por lo que refiere a las personas con discapacidad es la inclusión social.
La inclusión social se refiere a que la persona tenga los mismos derechos de participar y disfrutar de los mismos derechos que el resto de personas sin discapacidad, siempre dentro de sus posibilidades y características personales.
Evidentemente una persona con discapacidad intelectual tendrá más dificultades que las otras desde la infancia hasta la adultez para llevar una vida llena y autónoma, pero como sociedad y como estado tenemos que ser capaces de dar respuesta a sus necesidades para asegurarles su inclusión social.
Desde la niñez hasta la vejez
Las personas con discapacidad intelectual siempre tendrán esta condición, desde su niñez hasta la vejez.
Sus necesidades irán cambiando a lo largo de su etapa vital, y habrá momentos que tendrá más dependencia de otras personas y habrá momentos que será más autónoma.
La clave es saber dar las ayudas necesarias en cada momento vital, no solo a las personas con discpacidad inelectual, sino a todas las personas con necesidades especiales, ya sea por condiciones físicas, por factores sociales, por factores psicológicos, o por cualquier otro factor.
Ayudas desde la educación en la escuela hasta medidas para fomentar la independencia de los adultos con estas dificultades en empleos protegidos con ayuda o en habitajes con soportes.
De la Discapacidad a la disCapacidad
Durante los últimos años estamos viviendo un cambio de paradigma en cuanto a la concepción de la discapacidad intelectual, pasando desde un enfoque en que se enfatizaban las dificultades de la persona a un enfoque donde se ponen de relieve los puntos fuertes de la persona con discapacidad.
Este enfoque que lleva por nombre disCapacidad se utiliza en todos los ámbitos de las personas con necesidades especiales, ya sea a nivel intelectual o físico, y pretende poner de relieve que la persona con esta condición es válida para realizar muchas cosas, más allá de las dificultades que pueda tener.
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